Inmersos en el estado de alarma sanitaria, el confinamiento y la crisis económica consecuencia del COVID-19, estamos asistiendo a transformaciones en nuestra forma de vivir que en muchos casos no volverán atrás. Como ciudadanos y como sociedad estamos resaltando el papel que muchas profesiones concretas están desempeñando para paliar en lo posible los efectos de la crisis social y sanitaria, y poniendo en valor el sobresfuerzo, el sacrificio y el riesgo que corren las personas que lo hacen posible. Destacando sobre todo los profesionales sanitarios y todos los que se dedican al cuidado de personas. Igualmente personal de seguridad, policías y bomberos. También estamos reconociendo el papel de los trabajadores que permiten mantener la cadena de distribución de alimentos y bienes de primera necesidad, como por ejemplo trabajadores de supermercados, tiendas de alimentación y transportistas.
Queremos añadir desde aquí nuestro reconocimiento a los profesionales del sector financiero. Estamos siendo testigos de cómo las entidades financieras están haciendo un gran esfuerzo para diseñar y articular medidas que permitan minimizar los efectos de la crisis económica sobre todo en los colectivos más vulnerables, como son los trabajadores afectados por ERTEs, los autónomos y las pymes. Soluciones tales como los préstamos ICO, las moratorias hipotecarias, la movilización de los planes de pensiones, la reducción de comisiones y otras muchas adaptadas a cada situación particular, son posibles gracias a la voluntad de las entidades financieras de jugar un papel fundamental de servicio público a nuestra sociedad ante esta situación de emergencia social.
Pero sobre todo gracias a los profesionales de estas entidades, sobre los que recae una inmensa carga de trabajo para tramitar y hacer realidad estas soluciones para sus destinatarios, un gran esfuerzo que añaden a la atención diaria que se mantiene, adaptada a las circunstancias excepcionales, para dar respuesta a todas las necesidades de sus clientes. Ellos lo hacen posible con jornadas interminables, trabajando también durante el fin de semana, y exponiendo su salud al contagio ya que la atención presencial es muchas veces inevitable.
Por su entrega y capacidad de sacrificio al servicio de los demás, hoy que festejamos el Día del Trabajo, nuestro reconocimiento y admiración a los profesionales que trabajan en las entidades financieras.
